jueves, 11 de diciembre de 2014

El escritor



Su vida eran las palabras, las plasmaba en su vieja máquina de escribir, reacio a adaptarse a las nuevas tecnologías.

Escribía con pasión, con ansia, con rabia…y la tinta negra de la cinta ponía cada letra en su lugar.

Aquella mañana la máquina de escribir empezó a cambiar los colores, tomando la esencia del escritor, unas lineas marrones como su pelo,  otras azules como sus ojos, blanquecinas como su piel, rojas como su sangre , verdes como su esperanza ...y cuando ya no quedó más que una sombra gris y difusa, y cuando ya no pudo extraer nada más de ese recipiente vacío…la máquina, simplemente, enmudeció.

No hay comentarios:

Publicar un comentario