viernes, 2 de diciembre de 2011

Que locura...

Qué locura al pensar
que las cosas cambiaran
Qué ilusa al sentir
que las penas tengan fin.
La tristeza es eterna.
Esa es nuestra condena.
Las palabras no me sirven,
ya no expresan lo que siento.
Aunque hablan, ya no viven,
son llevadas por el viento.
¿estas letras que diran?
para mí son sin sentido...
¿que ojos las leeran,
cuando de mí se hayan ido?
¿qué labios las murmuraran?
¿ qué oidos las escucharan?
¿ o serán dadas al olvido?.
Sé que nada cambiará...
asomada al mismo abismo.