lunes, 2 de abril de 2018

Cuando cae la lluvua

La piel marca las cicatrices con sangre.
Y aún secas queda su tenue rastro.
Las que no se ven, sangran más tiempo.
Duran una vida tras otra. Tuya y ajena.
Otro dolor no cura ese dolor.
La venganza, como el siguiente clavo...
Sólo ahonda la herida

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