Qué ingrata es la vida
cuando hasta ellos,
los pájaros del caos
te abandonan.
Desistir de la lucha
e ir hacia el final
convencido.
Sin otra salida.
Rendirse al destino
no buscado
pero maldiciendo
su juego.
Acabar,
y pagar con sangre
las deudas de otros.
Los cobardes…
El filo amigo
el frió que quema,
testigo mudo y cómplice
del ocaso del guerrero.
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